jueves, 28 de noviembre de 2013

PP, saldos salariales y recortes como logros – Carlos Carnicero

Primero fue la huelga de basuras de Madrid. Las empresas contratadas por el ayuntamiento encontraron su particular manera de hacer ajustes en los gastos públicos: echar a casi mil trescientos trabajadores a la calle y reducir el salario del resto a casi la mitad. El asunto era mágico. 
Quienes daban la cara en la aplicación de criterios de semiesclavitud eran las prestigiosas empresas constructoras y la alcaldesa denunciaba la conducta de los huelguistas. ¡A quién se le ocurre hacer huelga porque le bajan el sueldo a la mitad y se reduce la plantilla en esos mil y pico trabajadores! ¡Intolerable!

La sabiduría y la solidaridad de los vecinos, de la mayoría de vecinos de Madrid, les impidió caer en la trampa. La huelga era incomoda, casi insalubre, pero los sindicatos y los trabajadores hacían bien en defenderse frente a la destrucción de sus derechos.

Ahora le toca el turno a otros sectores privatizados. Quienes limpian la suciedad de la ropa de cama y de quirófano de los hospitales públicos de Madrid también pertenecen a otra contrata de una privatización. Y la mecánica es la misma. Reducción de casi el cincuenta por ciento de su salario. ¡Total, si solo limpian la porquería de nuestros hospitales! Y el presidente de la Comunidad de Madrid, como si no fuera con él, afirma que los trabajadores, con sus protestas, perjudican a los enfermos.

Bueno, esto se pone interesante, una vez que se ha demostrado que la unidad de sindicatos y trabajadores en la huelga de la limpieza a derrotado la obscenidad de las empresas, solo tenemos que aplicar el mismo método a la huelga de lavanderos que se avecina. Apoyo solidario para que sean capaces de estar unidos y no ceder al chantaje.

Como las protestas empiezan a ser efectivas, el Gobierno del PP quiere recortar los derechos de huelga y manifestación. El eufemismo es “regulación”. Pero no dicen nada de regular las pretensiones de las empresas de esclavizar a sus trabajadores. La ley del embudo.

La medicina de reducir los sueldos a la mitad debe ser mágica en las entendederas del PP. Lo que no se entiende es por qué no se la aplica la alcaldesa de Madrid y el presidente de la Comunidad para dar ejemplo.

lunes, 25 de noviembre de 2013

JOSÉ MARÍA AZNAR: MEMORIAS DE UN IDIOTA - RAFAEL NARBONA

A estas alturas, hay pocas dudas sobre que José María Aznar es uno de los mayores gilipollas de nuestra historia reciente. Si quedaba alguna duda, sus memorias han corroborado su talento natural para decir majaderías sin inmutarse. No voy a citar las falsas memorias del blog Mi mesa cojea, donde se le atribuye un sueño místico, después de sobrevivir a un atentado de ETA. Aznar no necesita escuchar la voz de Dios, pidiéndole que lidere a la humanidad. En su interior, ya hay una voz que repite sin descanso: “José Mari, eres el mejor”. Desde que leyó en su juventud las obras completas de José Antonio Primo de Rivera, siempre ha sentido que su misión histórica era demostrar al mundo la grandeza de España. Cuando la providencia le colocó en las islas Azores, no se acomplejó ante George Bush y se situó a su izquierda, pensando que era el lugar adecuado. Desgraciadamente, la fotografía no destacaba su presunta importancia, sino su triste insignificancia. Feo, bigotudo y bajito, su estampa evocaba a los pobres habitantes de Villar del Río, preparando la bienvenida a Mr. Marshall.

En sus memorias, pomposamente tituladas El compromiso del poder, Aznar afirma que se negó a celebrar la reunión en las islas Bermudas, pues su proximidad al territorio norteamericano podría tener connotaciones indeseables. No explica cuáles eran esas connotaciones. Tal vez evidenciar que la invasión de Irak era una iniciativa norteamericana y Europa se limitaba a seguir los pasos de su amo. Aznar no menciona lo que Tony Blair nos contó en sus memorias, sin ocultar su mezcla de estupor e hilaridad. Aznar no deseaba que la cumbre aconteciera en las islas Bermudas, pues los españoles no sabrían con certeza si se hablaba de los preparativos de una invasión militar o de unos pantalones que alivian el calor durante el tórrido verano ibérico. Menudencias aparte, Aznar afirma que “el lugar de España era con los grandes. España tenía y tiene que estar entre los grandes”. De hecho, la cumbre “marcó el punto más alto de la relevancia internacional de España”, superando las proezas de los Reyes Católicos, Carlos V, Felipe II y el generalísimo Franco. Algunos dirán que Franco no viene a cuento, pero Aznar ya advirtió en 1979 que la Transición escondía “vientos de revancha. […] En Valencia la Plaza del Caudillo pasará a llamarse País Valenciá. Y no hemos hecho más que empezar. Se dedican a borrar la historia”. Sus profecías se cumplieron parcialmente, pues aún quedan plazas y calles dedicadas al Caudillo y el franquismo sigue impregnando el aire cotidiano que respiramos. Sin embargo, nada borrará que España se implicó en una guerra ilegal e inmoral contra Irak, causante de al menos 655.000 víctimas, la mayoría civiles y, en muchos casos, niños y niñas. Opinion Research Busines, una agencia privada de encuestas británica, eleva la cifra a un 1.200.000. Aznar, según el cual “la cooperación con Estados Unidos se afianzó aún más en áreas para nosotros muy importantes, singularmente en la lucha antiterrorista”, no considera terrorismo bombardear Faluya con fósforo blanco. Provocar quemaduras tan profundas que afectan a los órganos vitales sólo es una forma de “injerencia humanitaria”, una acción necesaria en la lucha global contra el terror.

Aznar se pavonea en sus memorias de mantener comunicación diaria con Bush durante la guerra de Irak. No sé en qué consistirían esas conversaciones, pero no creo que hubieran desentonado en la deleznable comedia “Dos tontos muy tontos” (Dumb and Dumber). Por supuesto, Aznar no considera importante que las armas de destrucción masiva sólo fueran un camelo. Despacha el asunto, asegurando que “hoy todo indica que Saddam había unido su suerte a que los demás creyeran que tenía esas armas porque pensaba que de ese modo se aseguraba que nunca se produciría una intervención contra él”. Está claro: la culpa la tenía el pérfido Saddam, nuevo azote de Dios y responsable de los terrores nocturnos de miles de niños europeos y norteamericanos, traumatizados por la perspectiva de ser devorados por las hordas asiáticas. Afortunadamente, Aznar no se dejó intimidar por las manifestaciones contra la guerra, pues advirtió desde el primer instante que brotaban de “la vieja demagogia sentimental y pacifista”. Emulando a los clásicos del Siglo de Oro, apunta que el alboroto procedía de “una retórica hueca tejida sobre banalidades y falacias”. La alta política a veces es incomprensible para el vulgo, pero un buen presidente siempre está por encima de la voluntad popular e incluso de la verdad. De hecho, Aznar miente sin mala conciencia cuando afirma que José Cosuo murió porque los soldados norteamericanos confundieron su cámara con el arma de un francotirador iraquí. No importa que la unidad que acabó con la vida del periodista ofrezca otra versión, igualmente falaz. La culpa es del puñetero Saddam y de los rojo-separatistas que conspiran contra la familia, el pan y el trabajo.

Aznar es algo más alto que Napoleón. Sin alzas, mide 1’71 o, al menos, eso circula por internet. Su estatura no le ha impedido actuar como un gran jefe militar. Cuando un pequeño grupo de soldados marroquíes puso en peligro la integridad territorial de España, ocupando la Isla de Perejil, envió a un grupo de operaciones especiales, escoltado por helicópteros, una fragata y aviones de combate. Las cabras del islote, únicos habitantes de la roca, se conmovieron al ver a los legionarios izando la bandera española y vigilando los escasos metros de costa. Ya se sabe que la Legión y las cabras siempre han mantenido un idilio nada encubierto y más allá de cualquier prejuicio. Aznar vuelve a mostrar su gran talla moral en el caso del Yak-42, el avión que en 2003 se estrelló en Turquía con 62 militares españoles. Por supuesto, no manifiesta ninguna preocupación por las víctimas, pues las únicas víctimas que cuentan son las de ETA, tan rentables para el Partido Popular en su estrategia de tensión permanente. Aznar se inquieta por lo verdaderamente importante. Durante el entierro, “alguien a tres metros de mí me lanzó las injurias más graves que nunca he recibido”. Esa hipersensibilidad explica que se emocione al recordar las conversaciones telefónicas con las infantas, cuando al fin dejó el cargo de presidente de gobierno. La infanta Cristina le transmitió “palabras de aliento y cariño” y se mostró muy dolida por la “injusticia terrible” que se había cometido con él. Imagino que se refiere a la ingratitud de los españoles, reacios a reconocer sus colosales virtudes como hombre de Estado. La infanta Elena se expresó en los mismos términos, pero rompió a llorar y colgó el aparato, incapaz de balbucir dos frases coherentes. Algunos maledicentes han observado que no aprecian nada extraordinario en ese detalle. En sus memorias, Aznar hace un magnífico retrato de Mariano Rajoy, que no mostró interés en acudir al entierro del GEO muerto (en el asalto a la casa de Leganés donde se habían refugiado los presuntos terroristas islámicos): “Rajoy no quiere ir, pero al final va”. Es evidente que le conocía muy bien, pues sólo necesita una frase para retratar su temperamento pusilánime y sus dotes de humorista que juega a la gallinita ciega, tapándose los ojos para no ver lo que le incomoda. No seamos tan mezquinos de negarle ese mérito. Por último, nos regala un juicio inapelable sobre Rodríguez Zapatero: “Diálogo, más diálogo, sólo diálogo, frente a mi prepotencia y autoritarismo. […] Aquí no importa lo que se piense, sino el talante. Ésta es la nueva majadería de lo progre correcto”. Hay que reconocer que en esta cuestión tampoco le falta razón. El talante es lo progre y la megalomanía histérica lo facha. Ambas formas de histrionismo sólo son máscaras de una idiotez supina y un vacío desolador.

Las malas lenguas afirman que Vargas Llosa es el “negro” de Aznar. No me parece improbable, pero tal vez el Nobel peruano se ha limitado a pulir el texto, transformando la pasión falangista en pasión neoliberal. Algunos advierten la mano de Ana Botella, con un don natural para el aforismo y el apunte deslumbrante. En cualquier caso, Aznar está contento. Vargas Llosa se parece cada vez más a Julián Marías y Ana Botella es la gran mujer que inevitablemente acompaña a un gran hombre, abrochándole la bragueta o quitándole las migas del bigote cuando su sempiterno desvelo por España y por la lucha de Occidente contra el eje del mal le provoca un comprensible y humanísimo cansancio. No lo olvidemos. Aznar es un hombre de carne y hueso. Ana Botella es una mujer de carne y hueso. Y ya se sabe que “un hombre y una mujer es una cosa, dos hombres es otra cosa y dos mujeres es otra cosa”, según la perspicaz alcaldesa de Madrid. No se esfuercen en comprenderlo y disfruten de “un relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor”. Creo que lo necesitarán si cometen la temeridad de leer las memorias de Aznar, la incontestable prueba de que Paul Tabori no se equivocaba al afirmar: “la estupidez es el arma más destructiva del hombre, su más devastadora epidemia”.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Sonría a sus verdugos - Moncho Alpuente

La excepción no confirma la regla, la niega y la invalida. 38 años después de la muerte de Franco, fecha casi olvidada en el calendario de nuestras ofensas, el estado de excepción, arma habitual del arsenal franquista, reaparece con el endurecimiento previsto de las leyes que regulan la libertad de expresión y de manifestación. Sin declaración previa sufrimos un estado de excepción permanente, andan revueltas las calles y las mentes, becarios sin beca y parados sin subsidio, huelguistas, sindicalistas y otras “tribus urbanas” muestran a diario su indignación y su insatisfacción tomando la vía pública y captando la atención de todos los medios sobre los fines de este gobierno de corruptos correveidiles de todas las troikas, los fondos monetarios de reptiles y las instituciones europeas, en entredicho para casi todo salvo cuando se entregan al insano oficio de exigir recortes y mutilaciones sociales.

Franco lo hubiera hecho mejor, habría puesto la mordaza antes de que los gritos de los torturados y los expoliados se convirtieran en clamor. Incluso Corcuera puede considerarse con su maldita ley un precursor del estado de excepción en que vivimos, pero el gobierno de Mariano “El indeciso” ha tardado en reaccionar y seguir las sugerencias del privilegiado caletre de Ana Botella: Las huelgas están tan obsoletas como los sindicatos, lo que se lleva, según la alcaldesa, es la sumisión, la cristiana resignación y el silencio de los corderos sacrificiales camino del Matadero.

La nueva ley dejará bien claro que nunca más podré “menoscabar” al policía que me reprime y si lo hiciera tendría que ser a cara descubierta, sin capucha, ni máscara. De ahora en adelante los únicos que podrán ir encapuchados a las manifestaciones serán los infiltrados de la policía, discretos funcionarios que prefieren el anonimato, terminantemente prohibido para el común de los manifestantes.

Esta mañana miré con malos ojos al policía de la esquina, le menoscabé con una mirada aviesa y cargada de menosprecio, mañana no podré hacerlo sino quiero que el menoscabado me atice un multazo en plena cara por mi desafuero. 600.000 euros por convocar una manifestación en la red es una sanción que solo podrán afrontar los que nunca suelen manifestarse en las calles, banqueros, tesoreros y políticos “escracheados” que de ahora en adelante contarán con un cordón de seguridad frente a sus domicilios, sus sedes o sus despachos. Quedarán terminantemente prohibidas las concentraciones, por ejemplo en la Puerta del Sol para no menoscabar a los comerciantes ni a los gobernantes de la Comunidad, aunque quizás nos dejen manifestarnos en la Plaza de Oriente en la que solo viven los fantasmas del franquismo, muertos vivientes que resucitan cada vez que nuestros “democráticos” gobernantes les invocan, por ejemplo con una reedición revisada de la Ley de Vagos y Maleantes que cambió de enunciado, que no de contenido, para convertirse en Ley de Peligrosidad Social. Somos peligrosos, cuidado con nosotros que somos muy dados al menoscabo y a la ofensa de los que tanto nos han menoscabado en derechos y libertades. Sonriamos a nuestros verdugos, pero cuidando de que nuestra sonrisa no parezca una mueca sarcástica y despectiva.

lunes, 11 de noviembre de 2013

UNO DE LOS DOS PSOE HA DE HELARTE EL CORAZÓN - Jesus G. Del Burgo

Dedicado a los militantes que no se conforman, a los que siguen indignados.

“Tenemos que estar con los movimientos sociales pero con orgullo” Dirigía en su soflama Alfredo Pérez Rubalcaba a los asistentes a la Conferencia Política del PSOE.

Unas pocas precisiones compañero Alfredo.

En los movimientos sociales, las plataformas y las mareas están participando muchos militantes de base desde el minuto cero. Participan y seguirán participando porque son adultos, piensan por sí mismos y consideran que tienen un deber con la sociedad, la labor que como militantes socialistas se han marcado sin necesidad de que nadie se lo indique, con una diferencia, lo hacen con humildad y por responsabilidad.

Compañero Alfredo, desconozco a qué orgullo te refieres, si al orgullo de iniciar la primera reforma laboral, al orgullo de bajar el sueldo a los funcionarios, al orgullo de modificar la constitución, al orgullo de apoyar durante años políticas neoliberales, al orgullo de permitir y participar en la desregularización de los mercados, al orgullo de no frenar la burbuja inmobiliaria, al orgullo de no haber plantado cara en mayo de 2010, al orgullo de seguir diciendo que todo esto lo hicimos bien (escúchese a Elena Valenciano en su discurso), al orgullo de una Conferencia Política que prometía lo que habíamos perdido por no saber o no querer bloquearlo cuando gobernamos.

Compañero Alfredo, no recuerdo haberte visto en ninguna manifestación de movimientos sociales, mareas o plataformas, ni siquiera el 1 de mayo. Creo recordar que incluso en una de ellas prohibisteis ir con los enseñas del PSOE, pero sí, dando libertad a los militantes, solo faltaría.

Yo sí he visto a las JJSS ser perseguidas en una manifestación, a los compañeros Fernando López Aguilar y Beatriz Talegón también les han increpado en alguna manifestación. Eso sí a los miembros de tu/nuestra CEF no los recuerdo en ninguna.

Pero los militantes están haciendo algo más, van a las reuniones de los movimientos sociales, las mareas, las plataformas, van como socialistas, pero van y hablan y participan como uno más, no con orgullo, no como abanderados, sencillamente porque ni quieren, ni pueden hacerlo; porque entre los ciudadanos somos uno más.

No se puede sacar el orgullo de lo que como socialistas era y es nuestra obligación hacer, y aún nos quedamos cortos, y aún olvidamos algunos principios que deberíamos haber conservado siempre en nuestra memoria.

Los militantes también nos sentimos responsables, porque en su momento y con plena fidelidad al partido defendimos algo en lo que no creíamos, y ese es nuestro pecado.

Estos son los otros militantes, los que no han participado en la conferencia política, los que esperaban que se escuchara su voz, la voz de los ciudadanos, todas las voces, la de los desamparados, la de los de sin futuro, la de los hambrientos, la de los pobres, la de los desahuciados, la de los resignados, la de los engañados, la de los sin voz. Algunas han intentado hablar, pero habéis sabido siempre acallar su mensaje eficientemente.

Compañero Alfredo, te recomiendo algo que le escuché al compañero Gregorio Peces Barba en unas jornadas; relee si tienes tiempo “El sentido Humanista del Socialismo”, recordarás muchos de los principios de los que ahora alardeamos pero que con el tiempo hemos olvidado; donde hemos dejado la libertad, la justicia social y la solidaridad como referentes del Socialismo democrático, y en estos momentos tan críticos por los que pasan los ciudadanos sobre todo la solidaridad con los que más nos necesitan; la solidaridad entendida como general y universal, manifestación práctica de una humanidad común, de un sentimiento de identificación con las víctimas de la injusticia que las más importantes tradiciones humanistas acertadamente recomiendan y subrayan. La actual interdependencia mundial, sin precedentes en la historia, realza aún más el valor de la solidaridad, que se ha convertido en un imperativo para que la especie humana sobreviva.

A algunos militantes no les hacen falta soflamas, lo mismo que a los ciudadanos y a los 6 millones de parados.

Los militantes que se conformen en el pecado llevarán la penitencia.

Madrid, 11 de noviembre de 2013.

Conferencia socialista…Más de lo mismo


Tras la última puesta en escena del aparato del PSOE, me entristezco por los compañeros y compañeras, militantes de base, que creían que se podían cambiar las cosas desde dentro, por los que pensaban en que unas primarias con listas abiertas sería posible en esta casa de sombreros en que se ha convertido este partido. Me hubiera gustado estar equivocado y poder daros la razón a los esfuerzos que me constan habéis hecho para recuperar las raíces del partido.

De entrada, me pregunto ¿Qué hacen Felipe González y Almunia en el PSOE?, entre otros prestidigitadores. ¿No es hora de decirles que no se puede servir al mismo tiempo a dos bandos? No se puede ser socialista y a la vez asesor de grandes empresas ¿Por qué siguen los mismos peces gordos del partido manejando los hilos de un partido que sigue siendo deudor de los bancos y que siguen sin hacer un análisis profundo de lo que ha supuesto su gobierno para este país 

Llevan 30 años demostrando que no son de fiar. Este programa viene a ser un canto de sirenas para intentar engañar a más bobos. ¿Han hablado algo de reformar la injusta y no representativa ley electoral? ¿Y de eliminar de la constitución el retoque anticonstitucional que aprobaron con el PP? ¿De salirnos de la UE? Si es que los problemas por los que pasa el país no se solucionan legislando sobre algunas de las consecuencias que producen.

Olvidar que el PSOE está inmerso en las profundidades de la mierda de la corrupción y del apoyo a los poderes económicos hasta el cuello, es surrealista. 

Se creen estos creadores de falacias que con maquillaje o cambiando las caras se puede olvidar los ERE de Andalucía, y más cuando la federación andaluza sigue siendo la cabeza del socialismo español al margen de todo lo que está pasando. ¿Alguna crítica a los ERE? ¡Pero si están resucitando a Zapatero, dando su gobierno por bueno!, mientras Chacón se empolva la nariz en el camerino para hacer su entrada triunfal como salvadora del socialismo español.
Respecto a Catalunya más de lo mismo. La propuesta federal como todo el mundo sabía solo era una maniobra de distracción para Catalunya, un tema del que había que hablar aquí para despistar pero que a nadie se le ocurriera hacerlo en ninguna otra parte de España. Como han dicho los miembros del PSC ojalá hubieran puesto el mismo empeño en defender la propuesta federal que en defender la unidad de la patria.

Si el PSOE se presentara en cualquier país nórdico los ciudadanos votarían masivamente a la derecha.

Esta última aparición del PSOE, me ha parecido carente de proyecto y de verdad. He visto a un PSOE esquivando la realidad, la suya y la del país.

La socialdemocracia se va desintegrando a pasos agigantados, la última esperanza europea fue François Hollande, que se ha suicidado en poco más de un año. No hay referencia de un socialismo europeo en el poder que sirva de brújula para el socialismo español. Y no hay noticias de la que fue todopoderosa Internacional Socialista. 

Dudo que el PSOE se digne mirar a su izquierda para ver el universo de pobreza donde además aumentan las desigualdades y siga guiñándole el ojito al centro político, que es una trampa que ha demostrado que obsesionarse con él conduce a la derrota de la izquierda.

Tras el guateque, solo queda de fondo, sustituyendo a La Internacional, la cantinela de “haremos lo que sea mejor para España”, guardando en su letra una confesión insoportable, porque determina que los representantes se apropian de la interpretación de la bondad de unas propuestas que ni siquiera exponen con claridad a sus votantes. Acompañados de unos coros de perversión a cargo de Mariano y sus gallinas cluecas, coreando el no hace falta cumplir las promesas hechas a los votantes porque el cumplimiento del deber es la sustitución automática de los compromisos.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Javier Krahe - !Ay Democracia!

Javier Krahé, Joaquín Sabina - Cuervo ingenuo

PSICOPSOE - David Torres

Al contrario que el PP, que es un partido monolítico, monotemático y monorraíl, el PSOE, incluso en sus mejores momentos, sufre de doble personalidad. Sus dirigentes no sólo es que a menudo vean muertos, como el niño de El sexto sentido, sino que también oyen voces y no saben si son de Karl Marx, de Groucho Marx o de Chico Marx (a Harpo no lo oyen porque era mudo, aunque de vez en cuando alguien suelta un bocinazo). Lo de tener una party-line en la cabeza es un lío tremendo porque cuando estás en la oposición te da por decir una cosa y cuando llegas al gobierno haces exactamente la contraria. Es lo que en política se llama pragmatismo, en psiquiatría esquizofrenia y en castellano antiguo toma del frasco, Carrasco.

Frente al anís del Mono del PP, un recio brebaje de alta graduación, el PSOE tuvo momentos en que filirteó con el ron cubano y hasta con el vodka ruso, pero luego se hizo un embrollo con el whisky, el bourbon, la cerveza y el borgoña, y al final ya no se sabe ni dónde empieza el pacharán ni dónde acaba el txacolí ni de dónde sale tanta agua del grifo. Eso sí, al igual que con el PP, lo único seguro al final es la vomitona.

El PSOE lleva la bipolaridad inscrita desde las mismas siglas, marcadas con esa psi- griega que en un tiempo apuntaba a “alma”, pero que se le fue perdiendo por el camino como se le ha ido cayendo el resto de las letras del escaparate: primero la O de obrero, luego la S de socialista, y las dos que le quedan ya están tambaleándose. Esa dentadura podrida que intentan cepillar en cada congreso es la misma a la que se aferra el votante de izquierdas en este país, ese pobre hombre obnubilado por el concepto de voto útil, que se piensa que su voto es algo más que un ridículo espermatozoide destinado a morir en cuanto fecunde un óvulo gordo y de derechas.

El óvulo crece y crece hasta transformarse en un rollizo feto que nace cada cuatro años con un pan debajo del brazo. El bebé a veces parece zurdo, pero qué va, sólo es una ilusión óptica. Tan vieja, tan aburrida y tan absurda es esta historia que podría contarse con aquel chiste arcaico que fue, tal vez, la primera historieta política que apareció en la televisión pública, más o menos por Nochevieja. Lo contaba Pajares referido a Suárez y venía decir que era como un boxeador, que amagaba con la izquierda y al final te pegaba con la derecha. El PSOE es el motel reluciente de Psicosis donde siempre te recibe sonriente el Zapatero Perkins de turno, pero que vive en un caserón tenebroso en cuyo sótano guarda un cadáver putrefacto que tiene la sartén por el mango. La continuación del PP por otros medios.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Recuerda...


El día que acabó la crisis - CONCHA CABALLERO

Un buen día del año 2014 nos despertaremos y nos anunciarán que la crisis ha terminado. Correrán ríos de tinta escritos con nuestros dolores, celebrarán el fin de la pesadilla, nos harán creer que ha pasado el peligro aunque nos advertirán de que todavía hay síntomas de debilidad y que hay que ser muy prudentes para evitar recaídas. Conseguirán que respiremos aliviados, que celebremos el acontecimiento, que depongamos la actitud crítica contra los poderes y nos prometerán que, poco a poco, volverá la tranquilidad a nuestras vidas.

Un buen día del año 2014, la crisis habrá terminado oficialmente y se nos quedará cara de bobos agradecidos, nos reprocharán nuestra desconfianza, darán por buenas las políticas de ajuste y volverán a dar cuerda al carrusel de la economía. Por supuesto, la crisis ecológica, la crisis del reparto desigual, la crisis de la imposibilidad de crecimiento infinito permanecerá intacta pero esa amenaza nunca ha sido publicada ni difundida y los que de verdad dominan el mundo habrán puesto punto final a esta crisis estafa —mitad realidad, mitad ficción—, cuyo origen es difícil de descifrar pero cuyos objetivos han sido claros y contundentes: hacernos retroceder 30 años en derechos y en salarios.

Un buen día del año 2014, cuando los salarios se hayan abaratado hasta límites tercermundistas; cuando el trabajo sea tan barato que deje de ser el factor determinante del producto; cuando hayan arrodillado a todas las profesiones para que sus saberes quepan en una nómina escuálida; cuando hayan amaestrado a la juventud en el arte de trabajar casi gratis; cuando dispongan de una reserva de millones de personas paradas dispuestas a ser polivalentes, desplazables y amoldables con tal de huir del infierno de la desesperación, entonces la crisis habrá terminado.

Un buen día del año 2014, cuando los alumnos se hacinen en las aulas y se haya conseguido expulsar del sistema educativo a un 30% de los estudiantes sin dejar rastro visible de la hazaña; cuando la salud se compre y no se ofrezca; cuando nuestro estado de salud se parezca al de nuestra cuenta bancaria; cuando nos cobren por cada servicio, por cada derecho, por cada prestación; cuando las pensiones sean tardías y rácanas, cuando nos convenzan de que necesitamos seguros privados para garantizar nuestras vidas, entonces se habrá acabado la crisis.

Un buen día del año 2014, cuando hayan conseguido una nivelación a la baja de toda la estructura social y todos —excepto la cúpula puesta cuidadosamente a salvo en cada sector—, pisemos los charcos de la escasez o sintamos el aliento del miedo en nuestra espalda; cuando nos hayamos cansado de confrontarnos unos con otros y se hayan roto todos los puentes de la solidaridad, entonces nos anunciarán que la crisis ha terminado.

Nunca en tan poco tiempo se habrá conseguido tanto. Tan solo cinco años le han bastado para reducir a cenizas derechos que tardaron siglos en conquistarse y extenderse. Una devastación tan brutal del paisaje social solo se había conseguido en Europa a través de la guerra. Aunque, bien pensado, también en este caso ha sido el enemigo el que ha dictado las normas, la duración de los combates, la estrategia a seguir y las condiciones del armisticio.

Por eso, no solo me preocupa cuándo saldremos de la crisis, sino cómo saldremos de ella. Su gran triunfo será no sólo hacernos más pobres y desiguales, sino también más cobardes y resignados ya que sin estos últimos ingredientes el terreno que tan fácilmente han ganado entraría nuevamente en disputa.

De momento han dado marcha atrás al reloj de la historia y le han ganado 30 años a sus intereses. Ahora quedan los últimos retoques al nuevo marco social: un poco más de privatizaciones por aquí, un poco menos de gasto público por allá y voilà: su obra estará concluida. Cuando el calendario marque cualquier día del año 2014, pero nuestras vidas hayan retrocedido hasta finales de los años setenta, decretarán el fin de la crisis y escucharemos por la radio las últimas condiciones de nuestra rendición.

Entrada dels franquistes a Barcelona - No olvideis

Jo vinc d'un silenci - Raimon (1975)

OVIDI MONTLLOR- SI SENYOR

Que volen aquesta gent? - MARIA DEL MAR BONET