martes, 24 de noviembre de 2015

#NoEnNuestroNombre

MANIFIESTO
Los brutales atentados perpetrados en París el pasado 13 de noviembre buscaban instaurar un clima y un régimen de terror entre la población, levantando muros de sospecha y odio entre vecinos, quebrando la vida en comunidad e instaurando la política del miedo en nuestro día a día. Si la respuesta a la barbarie pasa por suspender derechos, recortar libertades y encerrarnos en casa, la victoria del terrorismo será total. Si al dolor por las víctimas inocentes se responde provocando más dolor a otras también inocentes, la espiral será imparable. Si buscamos culpables entre nuestros vecinos y vecinas por el simple hecho de vestir o pensar diferente, si criminalizamos a quienes huyen precisamente de ese mismo horror, estaremos contribuyendo a apuntalar los mismos muros que el fanatismo quiere crear. No podemos permitirlo.

El fanatismo terrorista del Daesh (ISIS) es funcional y retroalimenta al fanatismo racista europeo, mientras nuestros Gobiernos practican recortes de derechos sociales y libertades fundamentales, xenofobia institucional y bombardeos indiscriminados, que se han demostrado ineficaces. Nos negamos a participar en el falso mercadeo entre derechos y seguridad. Aquí, en París, en Iraq o en Siria, son los pueblos los que ponen las muertes mientras unos y otros trafican con influencias, armas e intereses geoestratégicos. El odio fanático de unos no puede esgrimirse como justificación para nuevos odios. Nos negamos a ser rehenes del odio, el terror y la intolerancia, eso sería claudicar ante el terrorismo.

Las y los abajo firmantes creemos que la democracia, los Derechos Humanos y la aspiración a una paz con justicia no son un camino ni una moneda de cambio para nada, sino que constituyen en sí mismos el camino y el horizonte, además de la mejor respuesta contra quienes quieren acabar con ellos. Por eso nos oponemos drásticamente a cualquier respuesta al odio que implique más odio, más intolerancia, más muertes de inocentes y menos derechos y libertades.

Desde el convencimiento de que en estos momentos la ciudadanía no solo no puede esconderse, sino que debe ser protagonista y liderar la respuesta contra el terror, nos convocamos el sábado 28 de noviembre a las 12:00 en la plaza del Museo Reina Sofía para mostrar nuestra repulsa a los ataques terroristas de París y Líbano, nuestra repulsa a los bombardeos contra la población civil siria, nuestra repulsa a recortes democráticos como ineficaces garantías de seguridad y nuestra repulsa a la política exterior belicista iniciada por el Bush-Blair-Aznar. Invitamos al resto de municipios a sumarse a esta iniciativa impulsando convocatorias ciudadanas similares.

Contra el terrorismo, contra la islamofobia y contra sus guerras.
Ni los recortes de libertades ni los bombardeos nos traerán la seguridad y la paz.
NO en nuestro nombre.

Firma el manifiesto accediendo a través del enlacehttp://www.noasusguerras.es/

sábado, 14 de noviembre de 2015

LA BESTIA ANDA AL ACECHO Y NO DA TREGUA

Cualquier masacre está injustificada. 

Tratar sin respeto a la vida es el gran absurdo del ser humano. Dicho esto, hago esta reflexión:

Quién más sabe de terrorismo y sobre atrocidades, inclusive la carnicería ocurrida en la capital gala, son los U.S.A., y no nos lo cuentan, ni ellos ni sus cómplices del resto del mundo.

La gran bestia Islamista, ha nacido en el seno del capitalismo americano en su afán por controlar el mundo. Nadie está a salvo de esta locura gestada hace décadas, esparcida por todo el mundo. El horror no es una cosa puntual, es la realidad de nuestro día a día, lo que ocurre es que si no nos toca de cerca, nos creemos a salvo, como si no fuera con nosotros. 

Lo que nos horroriza de lo pasado en nuestro país vecino, es lo que hace huir a todos esos infelices a los que se les niega el paso en las fronteras. La bestia anda al acecho y no da tregua.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Para la libertad - Joan Manel Serrat

























Para la libertad, sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas
mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en
los algodones
como en las azucenas.

Porque donde unas cuencas vacías
amanezcan
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas
piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en
cada herida.
Porque soy como el árbol talado,
que retoño:
y aún tengo la vida.