martes, 27 de febrero de 2018

LAS 4 VARIABLES DE LA FRACTURA SOCIAL CATALANA. (en castellano para pueda ser leído fuera de Catalunya)

1. NACIONALISMO VS RACIONALISMO; un problema de emociones:

Tanto entre Independentistas como entre Constitucionalistas hay una proporción de personas, difícil de calcular, con muchísimo en común: El sentimiento nacionalista. 

Son aquellos individuos, secuestrados por las emociones patrióticas, que no necesitan argumentos, ni justificaciones. Gente que defenderá España o Catalunya, sea lo que sea España o Catalunya. Como un/a enamorado/a defendería a su amante, por encima de la razón, de la reflexión y del análisis. 

Afortunadamente creo que a este subgrupo pertencen una minoría en ambos bandos. Aunque, eso sí, suelen ser los más visibles y ruidosos. Contaminadores del debate político real.

2. REPÚBLICA VS MONARQUÍA; superar el pasado para vivir en una democracia.

No hace falta ser un erudito. Un sistema político que mantiene privilegios vitalicios y hereditarios por linaje sanguíneo jamás puede ser democrático al 100%. Es tan de sentido común... que no hace falta mucha más explicación. 

Las monarquías al siglo XXI son obsoletas y anacrónicas. Y en los pocos Estados occidentales donde aún se conservan llevan a cabo un papel muy simbólico y, como mucho, de mediación. Evidentemente no es el caso de España, donde además ni siquiera cumplen un mínimo papel ejemplarizante exigible (¿Urdangarín y la infanta Cristina libres?). 

Nadie ha votado a Felipe VI, ni la constitución contempla que Leonor sea sometida a plebiscito en el futuro. Ni tampoco a su descendencia. Y así, por los siglos de los siglos. Podríamos debatir si la monarquía tiene o no tiene utilidad... pero lo que no se puede debatir es si la monarquía es un sistema democrático. Es evidente que no lo es. Y los demócratas no podemos defender jamás una constitución donde se perpetúe la figura de un monarca (incluso aunque se haya votado hace 40 años, saliendo de una dictadura, y con cadáveres frescos en las cunetas). 

La constitución a los demócratas no nos representa. Y esta realidad nos convierte a muchísimos en independentistas (no en nacionalistas)

3. INDIVISIBILIDAD TERRITORIAL VS INDEPENDENCIA JUDlCIAL; Cuando la "legalidad" se aplasta a si misma. 

A partir de los dos puntos anteriores, y (sobretodo) de la "cepillada" de l'Estatut de Catalunya, se origina el conflicto actual. Conflicto que en un principio debería ser estrictamente político. Pero que el gobierno del PP, con el apoyo indispensable de PSOE y C's, ninguneó primero, y judicializó después.

Hasta aquí no hubiera habido demasiado problema. Si existiera independencia judicial, los jueces hubieran puesto algunas cosas en su sitio, hubieran juzgado lo que les corresponde juzgar con objetividad y rigor, y habrían devuelto a los políticos lo que les corresponde a ellos gestionar. 

¿Pero qué ha ocurrido? Ha ocurrido que el conflicto toca de pleno el tema de la SACRO-SANTA UNIDAD DE ESPAÑA, y el sistema judicial (muy bien escogido a dedo por la oligarquía española) está repleto de personajes del subgrupo que he mencionado en el punto 1 de esta exposición (nacionalistas). Y por lo tanto la objetividad y el rigor han saltado por los aires. Algo extremadamente grave en un Estado de Derecho (muchísimo más grave que la corrupción política) y que automáticamente, como es lógico, fortalece el sentimiento independentista, aunque dificulta la independencia de facto. 

Que diga yo esto... independentista declarado, no tiene demasiado valor. Pero lo están diciendo organismos que nada tienen que ver con el independentismo (Human Watch Rights, el Consejo de Europa, Jueces para la Democracia, Amnistia Internacional...etc.). 

Y el caso llegará al Tribunal de Estrasburgo. Y Estrasburgo, a diferencia de los gobiernos de los Estados de la UE, no responden a criterios diplomáticos en sus decisiones. España va en camino de hacer un ridículo histórico. 

Para muestra un botón. La Euro-orden de arresto de las personas exiliadas fue retirada por miedo a hacer el ridículo. Ni en Bélgica, ni en Dinamarca, ni en Suiza... los jueces españoles saben la gravedad de sus actuaciones, y no son capaces de contrastarlas con la justicia internacional. Es inadmisible e indefendible. El conflicto catalán ha destapado que es España. 

Ya no queda ni un sólo demócrata capaz de mantener la bandera de España en su balcón. Incluso aquellos que aman legítimamente España. Los demócratas (sean o no sean independentistas) estamos estupefactos. Y tenemos motivo.

4. OLIGARQUÍA VS SOSTENIBILIDAD; El modelo socio-económico a debate.

A todo este galimatías se incorpora un 4º elemento. La "fuga" de empresas y bancos. 

Escribo "fuga" entre comillas, porque hasta la fecha ni una sola empresa ni banco han salido de Catalunya. Lo que sí han dejado claro los empresarios de las grandes multinacionales, con su gesto amenazador de cambiar sus sedes y domicilios fiscales en algún caso, es su rechazo a que las cosas puedan cambiar para ellos.

¿Dónde estaba la sorpresa? Gente que se hace rica y les va muy bien con un modelo de Estado determinado, no quieren arriesgarse a cambios inciertos que puedan acabar perjudicándolos. ¿Qué tiene eso de raro?

Está claro que, para ellos, todo es mucho más fácil y cómodo en la Catalunya española del pelotazo, de las burbujas económicas, de la especulación, de la corrupción política, del 3% y 4%, de los indultos fiscales, de las cuentas en paraísos fiscales... en una Catalunya donde ya han aprendido los atajos y las trampas fiscales españolas para enriquecerse, en lugar de una República donde las reglas están por construir. La incertidumbre es enemiga del status quo. Los poderosos no quieren cambios. Al que le va de lujo, con sus mansiones, yates, chalets y coches gama alta... ¿para qué arriesgarse a cambiar? 

Era tan lógico y previsible que los grandes empresarios se posicionaran en contra de la independencia, que lo sorprendente es que alguien se hubiera sorprendido de esas maniobras coactivas de cambio de sede. Más aún teniendo el apoyo del gobierno, que incluso cambió la ley de la noche a la mañana para facilitarlas. 

¿Los catalanes debemos dejarnos coaccionar por los grandes empresarios y banqueros para tomar nuestras decisiones? 

¿Debemos renunciar a intentar construir una república mejor por miedo? ¿Y la dignidad? ¿Y la valentía? 
Economistas y expertos catedráticos en todo el mundo aseguran que una Catalunya independiente tiene todos los ingredientes para ser económicamente sostenible y con un tejido empresarial rico. Así ha sido siempre. Y Catalunya jamás ha dejado de ser un motor económico de su zona, a la par que solidaria y tierra de acogida. Basta ya de amenazas y coacciones.

Los catalanes no debemos doblegarnos a la oligarquía de los grandes empresarios y banqueros. Por dignidad, por coherencia, por justicia y por sentido común.

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